La charanda se hace iniciando con el prensado en frío de la caña de azúcar para extraer el jugo. Luego se fermenta en alambiques de cobre y se somete a una rectificación de mostos o doble destilación, obteniendo un licor incoloro. También puede pasar por un proceso adicional de añejamiento en barriles de madera de encino o de roble, obteniendo así un producto refinado de tonalidades ámbar o azul.
Vista coloreada caoba claro, ribietas de oro. Olfato disponible y notas de caramelo. Prueba muy buena baile de acidez y alcohol, palado aterciopelado y excelente postgrado charanda denominación de origen altamente recomendado para beber solamente.
Destiladeria: Casa Tarasco Spirits